- Bitcoin está ocupando atención entre inversores grandes y pequeños así como preocupación entre el sector bancario, que todavía no saben cómo afrontar el desafío tecnológico y conceptual que supone para el ‘statu quo’ financiero.
- A través de la revolución de la tecnología blockchain que hace que funcione y viva 100% digital, genera desconfianza y temores en el mundo de la banca, acostumbrada a entender el dinero de la forma tradicional.
- Que empresas tecnológicas estén apostando su dinero por el papel disruptor del Bitcoin es lo normal y esperado. Que acepten una criptotransferencia para la compra de sus productos encaja también en este esquema. La disrupción se refuerza cuando tener bitcoins en cartera comienza a ser una tendencia general entre los fondos de inversión y se van sumando otros de nombres más tradicionales como Visa, Mastercard o bancos como Santander yBBVA en España, dos de las entidades que llevan más tiempo involucradas en el criptomundo con proyectos de referencia globales como Ripple o Coinbase.
- Bitcoin se comporta como un competidores de la banca y ésta ya no podrá concebirse más en su forma tradicional. Las entidades deben estar preparadas para subirse a la innovación. Pero ¿Qué pasaría si los clientes de la banca deciden convertir sus ahorros en Bitcoins?
- El hecho de desplegar una nueva infraestructura desde cero no es una tarea sencilla. En cualquier caso, vale pensar que en un futuro, los depósitos bancarios puedan tener que competir por la liquidez de los agentes económicos no solo con el efectivo, sino también con aquellas criptomonedas que hayan logrado una aceptación representativa.
- Sabemos que para los bancos, los depósitos de los clientes son esenciales en su modelo de negocio, por ello, estar frente y conocer el mundo de las criptodivisas representa un desafío.
- Los depósitos son también una fuente de ingresos para la banca, gracias a los servicios de cobros y pagos que llevan asociados servicios como las transferencias, retiros de ATM, membresías, compras con tarjeta.
- Las criptomonedas como Bitcoin presentan ciertas ventajas en aspectos cruciales relativos a su eficiencia como medio de pago. Las nuevas formas de dinero permitirían realizar pagos instantáneos a cualquier lugar del mundo, en cualquier momento y desde cualquier lugar con conexión y para cualquier persona, sin importar que no esté bancarizada.
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