¿Cuáles son las aplicaciones de los contratos inteligentes?

– Automatización de pagos: puede programarse para asegurar que la cantidad requerida llegará en el tiempo especificado a las personas u organizaciones indicadas. En el futuro podría utilizarse para automatizar las herencias, hasta grupos humanitarios planean usar esta característica para distribuir sus fondos a los más necesitados.

Registro y cambio de propiedad: pueden registrarse en la blockchain los documentos necesarios para establecer una propiedad desde el inicio y cambiarla de titularidad mediante contratos inteligentes.

– Transacciones energéticas: se ha considerado crear un ecosistema digital para el intercambio de energía. De este modo, fuentes de electricidad o combustible estarían conectadas a contratos inteligentes entre sólo individuos o con organizaciones involucradas, que a su vez podrían personalizar el consumo de cada cliente. 

– Propiedad intelectual (IP): cuando los derechos de un producto o servicios son compartidos la distribución de los ingresos puede dificultarse. Los contratos inteligentes pueden automatizar estos procesos. En Reino Unido ya se ha desarrollado contratos inteligentes especialmente diseñado para la IP en la industria de los videojuegos.

Seguros:  el proceso de pagos ante accidentes podría automatizarse y por tanto librarse de papeleo y tiempo valioso.

Apuestas: dos o más partes pueden recurrir a un contrato inteligente para asegurar que las condiciones van a cumplirse.

Compras automáticas: podría configurarse un contrato inteligente para la compra de acciones, criptomonedas o cualquier otro producto a un precio fijo durante un período de tiempo determinado.

Elecciones: pueden registrarse y verificarse de manera segura y exacta los resultados de cualquier encuesta, desde cualquier tema hasta elecciones gubernamentales, e incluso establecer un resultado inmediato.

Smart Property: es posible incrustar un contrato inteligente en cualquier objeto que sea controlado por medios digitales. De ello naace la ‘propiedad inteligente’ (smart property), que puede asimilarse a objetos IoT (Internet of things) —conectados a la red—. Estos pueden ir desde viviendas hasta automóviles. Podría automatizarse la renta de estas propiedades.