Deuda ambiental

by Mar 23, 2022Blog

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Mi mamá era bióloga y fue la primera directora mujer del Parque Zoológico Nacional. Crecí alrededor de abundante flora y fauna ya que ella llevaba a mis hermanos y a mí a diferentes bosques en el país: El Trifinio, el Cerro Verde, a las lagunas y playas hermosas en nuestro país. Me aterraba que agarrara a las culebras y se pusiera a jugar con ellas, pero esa historia será para otro día.

Mi mamá siempre nos hizo conciencia sobre el medio ambiente. Nos enseñó a no contaminarlo y a protegerlo. No había mucha información sobre reciclaje en aquel entonces, pero recuerdo que abogaba porque la gente no botara botellas de plástico en las playas.

Cómo me encantaría que como sociedad salvadoreña tuviéramos más conciencia sobre NO BOTAR plástico, no sólo en las playas, sino, en todos lados. Me encantaría que existieran más basureros en las calles y junto a los basureros, recipientes sólo para reciclar plástico y vidrio. Pero ese es sólo una parte del problema que tenemos con el medio ambiente. Hay muchos más. Mucha gente no entiende sobre el calentamiento global: si talamos árboles, es decir, si deforestamos, aumentamos éste problema.

Año con año, la temperatura incrementa no sólo en El Salvador si no que en el mundo entero. Nuestro país ha tenido una deuda con el tema ambiental por muchos años.

Se preguntarán: ¿qué tiene que ver éste tema con las finanzas personales? ¿o con la tecnología? ¿o contigo? ¿o por qué lo estoy leyendo? Fácil.

El Banco Mundial estima que, debido a la tala, los gobiernos pierden alrededor de $5 mil millones de dólares de ganancias AL AÑO, mientras que las pérdidas generales de la #economía nacional de los países productores de madera ascienden hasta $10 mil millones al año.

Además, la deforestación causa grandes inundaciones y pérdida de suelo fértil que afectan a la agricultura y la infraestructura de El Salvador, generando pérdidas a las familias. Aún así, puedes decir, y a mí en lo personal, ¿cómo me afecta ésto?

Bueno, si no tenemos agricultura auto sostenible, es decir, que nuestros propios agricultores puedan cultivar la tierra, los alimentos que compremos siempre van a ser más caros. Necesitamos “seguridad alimentaria”.

También, ¿imagínate si año con año hay un grado más de temperatura en los meses más calientes? ¿Crees que esa es calidad de vida? Yo no. Pensemos más. Hagamos más.