La pandemia del COVID-19 vino a golpear a muchos sectores, además de realizar cambios en los estilos de vida de las personas.
Las finanzas personales y su forma de ser de alguna manera se vieron afectadas por los cambios, generando tendencias en el hacer, por ejemplo:
- Aumento del pago sin contacto
Además de ser una opción más segura, pagar con tarjeta permite establecer límites en el gasto y comprobar la evolución de los dispendios realizados, por lo que puede convertirse en una vía de ahorro.
- Aparición de nuevas Fintech
En El Salvador, Fintech como HUGO cobraron popularidad, al no salir de casa las personas se vieron obligadas a pedir servicios y productos hasta la puerta de su casa, lo que ha digitalizado a muchos negocios y potenciado nuevas Fintech.
- Gestiones a distancia con la banca ‘online’
La banca digital permite gestionar y controlar las finanzas sin tener que salir de casa, algo muy útil durante el confinamiento y que se recomienda mantener mientras dure la crisis sanitaria.
¿Cómo afecta esto a mis finanzas?
Las tendencias del nuevo consumidor indican una mayor preocupación por el ahorro, algo natural en un contexto de incertidumbre como el que se está viviendo. Por lo que hay que reforzar aspectos de nuestras finanzas que ya se conoces.
- Potenciar el colchón financiero
En la medida de lo posible, tener un colchón financiero es una forma de amortiguar los efectos de la pandemia en las finanzas personales.
- Digitalizarse
Las nuevas tecnologías permiten controlar las finanzas sin tener que moverse de casa. Las opciones son múltiples: desde ‘robo-advisors’ que proveen de servicios financieros y asesoría automatizada hasta aplicaciones que controlan los gastos y ayudan a realizar el presupuesto.
- Diversificar los ingresos
La diversificación de ingresos, a través de cualquiera de estas dos vías, permite incrementar los recursos, afrontar los imprevistos que puedan surgir y, de esta forma, garantizar la tranquilidad financiera.
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