Tesla, la compañía del gran Elon Musk, recalcó a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), que mantendría Bitcoin dentro de su cartera de inversiones, al reconocerlo como un activo de reserva altamente líquido.
En su prospecto referente a su desempeño y ganancias durante el primer trimestre del año, Tesla reflejó su posición ante el Bitcoin.
“En general, tenemos la intención de mantener nuestras posiciones en bitcoins a largo plazo, independientemente de la forma de adquisición” expresó Tesla.
Tesla se convirtió en una de las compañías que ha más ha mantenido una relación con las criptomonedas y en especial con bitcoin, llegando a ser uno de los inversionistas institucionales más influyentes en el precio del activo, con 43.200 BTC en sus arcas ahora mismo.
En febrero, gracias a la nueva política de inversión de Tesla, invirtieron USD 1.500 millones, que se desembolsaron a favor de Bitcoin.
Esta actualización busca brindar “más flexibilidad” para diversificar y maximizar los rendimientos del efectivo no requerido para mantener una liquidez operativa adecuada.
Fue precisamente esta flexibilidad la que les permitió invertir parte del efectivo en “ciertos activos de reserva”, entre los que destacaron los activos digitales, los lingotes de oro y los fondos cotizados en bolsa (ETF).
En el documento sobre la nueva política hicieron constatar que, “a partir de entonces invertimos parte de dicho efectivo en bitcoins y también comenzamos (en ese momento) a aceptar bitcoins como forma de pago para algunos de nuestros productos en regiones específicas, sujeto a las leyes aplicables”
¿Cuál es la influencia de Tesla en el Bitcoin?
Gracias a la multimillonaria inversión de Tesla, aunado a la posterior aceptación de bitcoin como forma de pago para algunos productos y en algunas regiones; el Bitcoin superó en abril, por primera vez, los USD 64.000.
De acuerdo con Tesla, bitcoin es un “activo intangible de vida indefinida”, por lo que cualquier caída en sus valores (que estén por debajo de los valores en libros de la empresa), requerirá el reconocimiento de las “pérdidas por deterioro”, que no son más que la reducción en el valor recuperable de un activo fijo.
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